Amnistía Internacional intercede por ELENA VARELA



Amnistía Internacional informa que ha circulado un llamado de Acción Urgente* a su red global de ciberactivistas alrededor del mundo para que intercedan por Elena Varela.


La documentalista chilena Elena Varela López está arrestada en el complejo penitenciario de Rancagua, en la Sexta Región. Fue arrestada el 7 de mayo por la policía en su domicilio en la IX Región, aproximadamente a 620 km al sur de donde se halla detenida. Se le han levantado cargos por "asociación ilícita para delinquir". Estaba filmando un documental para el cuál ha investigado durante cuatro años, sobre el conflicto entre las compañías forestales y comunidades mapuche, sobre el uso de la tierra.


Amnistía Internacional cree que las autoridades pueden haberla arrestado en un intento de detener las investigaciones sobre éste conflicto y como una forma de intimidar tanto a ella como a las comunidades mapuche. Las fuerzas policiales que actuaron en la detención confiscaron equipamiento de la casa de Elena Varela, incluyendo videos, equipo de sonido, cámaras, teléfonos celulares y vestimentas necesarias para la filmación de su documental. Además se incautó el material de investigación, y la documentación relacionada con el financiamiento de su documental por parte del Fondo de Fomento Audiovisual del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.


Amnistía Internacional teme que esta información pueda ser usada por las fuerzas de seguridad para intimidar y hostigar a activistas Mapuche y a otras personas que han participado en entrevistas grabadas para el documental.



Información adicional

La comunidad mapuche está reconocida como uno de los pueblos indígenas de Chile según la Ley de Pueblos Indígenas de 1993. La ley "reconoce que los indígenas de Chile son los descendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde tiempos precolombinos, que conservan manifestaciones étnicas y culturales propias siendo para ellos la tierra el fundamento principal de su existencia y cultura."


En 2003, el Relator Especial de Naciones Unidas sobre la situación de derechos humanos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas presentó un informe de su misión en Chile, que recomendaba que "además del otorgamiento de títulos sobre los terrenos privados, los territorios tradicionales que incluyan recursos de uso comunitario deben ser reclamados y re establecidos".


Amnistía Internacional ha informado sobre el maltrato y hostigamiento de Mapuches por parte de Carabineros de Chile y ha criticado públicamente a las autoridades por la aplicación de la "ley anti-terrorista" contra integrantes de comunidades indígenas que luchan por los Derechos Humanos y libertades fundamentales.


*Una "Acción Urgente" es un instructivo que Amnistía Internacional circula a cientos de miles de activistas para que peticionen a las autoridades, tanto en Chile como desde el extranjero. La petición por Elena Varela puede verse en: http://www.amnistia.cl/index_aauu.shtml?x=87763


Equipo de Comunicaciones
Amnistía Internacional - Chile
Entérate, indígnate, actúa
www.amnistia.cl

Elena Varela: "Cuando cierran mi celda es como si me cerraran el pecho"


La cineasta está detenida desde el 7 de mayo acusada de ser autora intelectual de dos asaltos como parte de una célula mirista. Jura ser inocente, sostiene que se trata de “un montaje escandaloso”. Habla desde la cárcel. Por Alejandro Kirk y Pablo Azócar. Publicado originalmente en el periódico electrónico La República. http://larepublicablog.bligoo.com/
Es domingo, ocho de la mañana, y la Cárcel de Rancagua está rodeada de mujeres. Sucede en todas las prisiones, de mujeres o de hombres. Son las mujeres –de todas las edades, orígenes y condiciones- quienes aperran y se hacen presentes con bolsos con comida o vituallas para los reclusos.
El Centro de Cumplimiento Penitenciario de Rancagua –ubicado en el sector de La Gonzalina de esta ciudad de la Sexta Región- no es una excepción. Ancianas con bolsos de supermercado, mujeres con ponchos y parkas y muchachas con frutas y queques y panes y cigarrillos sueltos hacen fila en silencio en la entrada de este moderno penal que tiene 50 módulos de hormigón armado y acero, con muros celestes y amarillos emplazados en un terreno de 48.935 metros cuadrados. En el frío dominical también hay hombres, pero son los menos.
En esta cárcel se encuentra recluida la cineasta Elena Varela, detenida el pasado 7 de mayo acusada de ser financista y autora intelectual de dos asaltos –uno de ellos con víctimas fatales- como parte de una célula mirista. “Es increíble encontrarme en esta situación”, dice esta mujer de 42 años y frondoso pelo negro, frotándose las manos por el frío, después de salir de un largo túnel, acompañada de una gendarme, y sentarse en una banca del pabellón de las visitas. “Me han pasado una máquina encima, las cosas han ido sucediendo como una ola gigante. Me requisaron los materiales de cuatro años de filmaciones y entrevistas en el terreno que hice para el documental (Newen Mapuche) sobre el conflicto Arauco-Malleco. ¿Quién protege a mis entrevistados?”.
Productora y guionista, compositora y gestora cultural, directora de Ojo Film y fundadora de la Escuela de Todas las Artes y de la Orquesta Sinfónica de Niños de Panguipulli, Varela se encontraba preparándose para salir a terreno con su equipo de filmación cuando fue detenida, en un operativo en el que participaron alrededor de cuarenta agentes policiales, varios de ellos camuflados en el lugar desde hacía varios días.
Elena Varela no sólo defiende su inocencia: asegura además estar siendo víctima de un montaje. “Lo de los asaltos y el vínculo con una célula mirista es un montaje completo. Ellos lo saben, todos los saben. Las investigaciones lo van a demostrar. Lo que están intentando es amedrentar, intimidar y asustar a todos las personas involucradas en el conflicto mapuche. Y yo estoy segura de que esto no se va a detener. Han optado por la estrategia de la mano dura, y no se van a detener”.
Cuando habla, cada tanto, a la cineasta se le humedecen los ojos. “Ahora nos enteramos de que la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) nos ha seguido, espiado e investigado durante tres años. El expediente es gigante. Abarca a todo tipo de gente, productores, gestores culturales, músicos de la orquesta sinfónica de Panguipulli, muchas personas que ha ido armando una plataforma o red de comunicaciones y de pensamiento en torno al tema mapuche. La represión está sucediendo por igual entre mapuches, chilenos o extranjeros que se han preocupado por el tema. Basta ver el caso de los documentalistas europeos detenidos también por estos mismos días”.
Varela se refiere a dos casos: el de los franceses Christopher Cyril Harrison y Paul Rossj, que estaban haciendo filmaciones para un documental sobre el conflicto mapuche cuando fueron detenidos en Collipulli el pasado 17 de marzo (y al día siguiente recibieron una paliza de parte de un grupo de desconocidos); y los italianos Giuseppe Gabriele y Dario Ioseffi, apresados este 3 de mayo en un predio de la Forestal Mininco, también en el medio de una filmación. A los primeros los acusaron de haber provocado el incendio que estaban filmando. A los segundos les atribuyeron haber robado madera. Ambos equipos, tras el incidente, abandonaron el país.
“La postura que han adoptado las autoridades es de máxima dureza, con ley antiterrorista incluida, desde que en 2002 los movimientos mapuches empezaron a cuestionar la propiedad de las tierras”, dice Varela. “En estos momentos hay una ‘judicialización’ y militarización de la Araucanía. No hay que olvidar que a Patricia Troncoso, la presa que hace poco estuvo en huelga de hambre, le dieron 10 años y un día en un proceso en el cual tomaron sus botas y con ellas marcaron pisadas dentro de un fundo para inculparla”.
Varela afirma que las armas que exhibió la policía al momento de su detención eran hechizas. “Lo que la policía mostró eran armas de fantasía, de madera, de plástico, fusiles de juguete con rayos infrarrojos que hemos usado para la recreación de escenas, como está expresamente indicado en el proyecto que presentamos ante Corfo. ¡Y en la prensa aparecieron como armas de verdad! Además mostraron unas banderas del MIR que usamos en un documental anterior. Todo esto es increíble”.
“El operativo de mi detención fue impresionante”, recuerda. “Yo había ido a comprar café para el equipo de filmación y, al volver, me metieron en un auto con vidrios polarizados. Un policía me apuntó durante todo el camino con una pistola en la cabeza. Otro agente hacía de ‘bueno’, me sonreía, me miraba comprensivamente y me iba mostrando fotos. El concepto que les montaron fue que yo había recibido instrucción militar en Colombia. También fueron detenidos el director de arte, mi editora, en fin, unas diez personas de mi equipo, cuando nos disponíamos a salir a filmar a la montaña. Incluso detuvieron a un actor que estaba representando a un mapuche, creyendo que era un líder clandestino”.
En su régimen penitenciario actual, 16 de las 24 horas del día son de encierro total, cuenta, en una celda de dos metros por tres. “Me siento completamente incomunicada. No me dejan ver la prensa ni la televisión ni leer nada, salvo una Biblia y unos folletos sobre el Sida. No me dejan entrar guateros ni frazadas. No hay estufas. Hago ejercicios dentro de la celda para el frío. El sol no entra por la ventana. A las seis de la tarde te mandan a dormir. La calidad de la comida no me afecta, lo que me afecta es estar encerrada. Ahora tengo derecho a dos visitas semanales de tres horas. Cuando se van las visitas es cuando viene el quiebre, el llanto. Cuando le ponen llaves a la puerta de mi celda es como si me pusieran una llave en el pecho”.
Suspira, durante un rato permanece en silencio, mirando hacia algún punto impreciso. Le tiembla la barbilla, nuevamente a punto de quebrarse. “Voy a escribirle una carta a la Presidenta Bachelet. Quiero decirle que este montaje, esta construcción me parece infame, escandalosa. Quieren detener las reivindicaciones mapuches por todos los medios, levantar la idea de que todo el que se preocupe por el tema mapuche es un criminal. Todo esto empezó con la excusa de un asalto y acabó en una investigación policial en la que se incluye a todo el que se ha involucrado con el tema. No quieren testigos para lo que está sucediendo en la Araucanía. Todos nuestros teléfonos han estado intervenidos. Hicieron un allanamiento tras otro durante todo el año pasado. Están forzando todo tipo de vínculos, como si dieran palos de ciego y no supieran lo que hacen”.
A Elena Varela no le sale la voz cuando alguien menciona a su hija América, de 16 años, que por ahora ha quedado a resguardo de sus padres. Sacude la cabeza de lado a lado, mira el techo, luego fija nuevamente la vista en los muros de hormigón. “Los interrogatorios han sido muy duros, intensos, con muchas personas detrás mío haciendo preguntas. ¡Imagínese! Están planteando que soy tan poderosa y tan inteligente que el dinero que recibo como cineasta lo estoy utilizando para ayudar a un dirigente del MIR detenido en Brasil”.

Declaración Pública ante la detención de la documentalista Elena Varela y la incautación de sus registros fílmicos


El Premio Nacional de Literatura, José Miguel Varas, y los Premios Nacionales de Periodismo, Faride Zerán y Juan Pablo Cárdenas; así como Víctor Hugo de la Fuente, periodista y Director Le Monde Diplomatique Chile y Perla Wilson, periodista y Directora Radio Tierra, suscribieron la siguiente declaración en conjunto al programa de Libertad de Expresión del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile.


1.- El programa de Libertad de Expresión del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, junto a los abajo firmantes –periodistas, escritores, académicos e intelectuales– denuncia la incautación de los registros audiovisuales de la documentalista Elena Varela, detenida en Licanray el 7 de mayo último mientras filmaba "Newen Mapu Che", como una grave violación de la libertad de expresión, del derecho de autor y del secreto profesional que ampara a las fuentes de un reportaje periodístico.
2.- Este acto viola la institucionalidad del Estado, en tanto atropella también gravemente el deber ético del documentalista de proteger contra usos indebidos los testimonios registrados durante el proceso documental y, en el caso de las cintas relacionadas con los crímenes de la dictadura en Neltume, se atenta contra la privacidad intrínseca asociada al delicado proceso de registro de la memoria histórica, para convertirlo burdamente en posible instrumento de inteligencia policial. Es en suma una violación aberrante que socava las bases mismas de los reportajes y documentales audiovisuales.
3.- La documentalista Elena Varela, fue detenida mientras se encontraba realizando un documental llamado "Newen Mapu Che" con fondos concursables otorgados por el Fondo Audiovisual, cuya temática es el conflicto mapuche con las empresas forestales. Este documental ha cumplido todos los requisitos establecidos por el Fondo Audiovisual.
4.- Con este, se trata del tercer caso de detención en los últimos dos meses de documentalistas que registran el conflicto declarado entre las empresas forestales que producen, en los hechos, una terrible agresión ambiental en Arauco y Malleco y los mapuches que defienden su derecho a vivir dignamente en sus territorios ancestrales. Dos periodistas franceses, Christopher Cyril Harrison y Joffrey Paul Rossj, fueron detenidos el 17 de marzo pasado en Collipulli, mientras filmaban a un werkén. La policía requisó los equipos de filmación, así como las cintas que contenían los testimonios registrados. Dos días después fueron agredidos en la calle junto al werkén por un grupo de doce personas. Algo similar ocurrió el 3 de mayo, con Giuseppe Gabriele y Dario Ioseffi, dos documentalistas italianos, cuando hacían un registro audiovisual de una movilización mapuche en un predio de Forestal Mininco, reivindicado hace casi dos décadas por la Comunidad Chupilko.
5.- Coincidentemente con los casos anteriores, el material de cámara, los archivos y documentos pertenecientes a la producción del documental Newen Mapu Che, de Elena Varela, fueron incautados por la Policía de Investigaciones, al igual que las cintas pertenecientes a "Sueños del Comandante", otro proyecto documental cuya etapa de investigación y guión es respaldada y financiada con un Fondo Corfo. Estas cintas contenían testimonios de los afectados por las matanzas y represión de la dictadura en el año 73 y luego en los años 80, en Neltume.
6.- Exigimos para Elena Varela un juicio justo, la presunción de inocencia y la libertad provisional mientras dure el proceso. Exigimos además la continuidad del documental Newen Mapu Che, su desvinculación de los supuestos delitos que se atribuyen a la realizadora, y el respeto integral a su derecho de autor para todo el proceso de creación.
7.- En este contexto resulta fundamental la devolución de todo el registro documental, archivos y documentos incautados y la prohibición de que sean manipulados, violados en su privacidad por terceros y usados como material de investigación o prueba policial.
8.- Rechazamos la pretensión manifestada por autoridades de Gobierno y Parlamentarios de oposición de solicitar antecedentes penales a los postulantes a los fondos de cultura, desconfiando de manera burda de la forma como el Fondo Audiovisual asigna recursos a producciones audiovisuales.
9.- Hacemos un llamado al Colegio de Periodistas de Chile, al Consejo Nacional de Televisión y a la Asociación Nacional de Canales de Televisión a pronunciarse sobre los hechos denunciados en esta declaración, en tanto constituyen graves atropellos al ejercicio profesional y a las libertades de información y de creación que afectan la labor de los medios audiovisuales. Guardar silencio ante ellos, significaría sentar funestos precedentes aceptando flagrantes violaciones de la libertad de expresión y de los derechos humanos en general.
10.- Finalmente, exigimos un pronunciamiento formal y público de parte del Gobierno y del Consejo de las Artes y la Industria Audiovisual que incluya la defensa integral del trabajo periodístico y documental, de los derechos de autor involucrados, de la protección de fuentes informativas y de la privacidad de los materiales audiovisuales registrados durante su realización.
Santiago, 22 de mayo de 2008

Suscriben la presente carta
Programa de Libertad de Expresión, Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile.
José Miguel Varas, Premio Nacional de Literatura
Faride Zerán, Premio Nacional de Periodismo
Juan Pablo Cárdenas, Premio Nacional de Periodismo
Víctor Hugo de la Fuente, periodista. Director Le Monde Diplomatique –Chile-
Perla Wilson, periodista. Directora Radio Tierra
Santiago, 27 de mayo de 2008