Declaración y Fotos Acto Salvador Allende
¿Salvador Allende?...¡ya la tendría puesta!
De esta manera un grupo de activistas miembros de la Plataforma por la Libertad de Expresión y Creación, manifestaron de forma silenciosa un grito de amor y solidaridad con la cineasta Elena Varela desde sus poleras. Recordemos que la cineasta se encuentra detenida en la Cárcel de Alta Seguridad de Rancagua desde el pasado 7 de mayo, víctima de un montaje policial.
El día de ayer fue un día agitado, las movilizaciones estudiantiles no cesaban, al contrario, se radicalizaban. Marchas, mitines, cortes de calle y retomas de establecimientos educacionales se multiplicaban por Santiago y el país. Por su parte el Estado respondía con su manera clásica: Represión.
Ayer fue también el inicio de las jornadas de homenaje a un hombre que podríamos llamar consecuencia, pero se llamaba Salvador Allende.
Muchos trataran de señalar que estaban o están cerca de sus idearios, pero la verdad es que sólo lo han transformado en un instrumento para lograr dividendos políticos y en pieza de comercio, souvenirs y merchandising. Patético.
En medio de esta fiebre Allendista, la Plataforma por la Libertad de Expresión y Creación prefirió homenajear a Allende con un acto de amor y solidaridad para con la cineasta Elena Varela, prisionera de este Estado que se dice defensor de los derechos humanos y que desde su gobierno ciudadano vende la imagen de un Chile próspero y continuador del legado de Allende. Vil mentira.
En momentos en que se disponía a hablar la Ministra de Cultura Paulina Urrutia y bajo las miradas de una desencajada Michelle Bachelet, un grupo de activistas de la Plataforma se despojaba de sus ropas dejando al descubierto un grito desde sus poleras: LIBERTAD PARA ELENA VARELA, LIBERTAD DE EXPRESIÓN, NO+REPRESIÓN.
Tanto la Ministra, como la Presidenta, debieron leer sus discursos aprendidos y ultra ensayados, bajo la denuncia de que sus palabras estaban vacías de realidad. Una mujer más estaba presa por expresar sus ideas y que ellas no habían hecho absolutamente nada.
La acción fue compartida por los asistentes a la muestra e inicio oficial de las actividades en homenaje a Salvador Allende. Muchos expresaron su solidaridad con la cineasta Elena Varela y repudiaron el montaje del que es víctima.
Elena Varela se encontraba en territorio Mapuche desde hacía ya varios años realizando un documental, fue durante la investigación para la realización de este, que la cineasta fue encontrándose con un tramado siniestro y oculto que financia y justifica la militarización de dichos territorios.
Sin dudas, quienes financian este tramado se encuentran detrás de este montaje que pretende silenciar la verdad encontrada por la cineasta.
Allanamientos continuos, violencia ejercida por civiles armados (paramilitares y latifundistas), la policía trabajando como guardia privada, son sólo algunas de las irregularidades y hebras de este tramado siniestro, de esta red de protección que mantiene a las comunidades sitiadas y siendo objeto de agresiones constantes, tanto físicas como verbales.
Es esta realidad que encuentra Elena Varela y retrata en sus filmaciones, material que se encuentra en manos de la policía civil y de los tribunales. Material que, violando las leyes de propiedad intelectual, ha sido copiado y utilizado para otras causas que se mantienen abiertas en los tribunales sobre el llamado conflicto Mapuche.
Diversas muestras de solidaridad, desde apartados lugares del mundo y variadas personalidades del arte, la cultura y de organizaciones de derechos humanos, han llegado hasta la Plataforma hacia Elena Varela y en reclamo, protesta y exigencia de la puesta inmediata en libertad de la cineasta y su equipo, como también la restitución de todo el material confiscado para que pueda continuar y terminar el documental Newen Mapuche.
Desde aquí nuestra solidaridad y compromiso con la libertad de expresión, nuestra decidida lucha y oposición a todo montaje policial, nuestra exigencia a la libertad inmediata de tod@s l@s pres@s polític@s.
Elena Varela y su defensa desde la cárcel “Estoy presa por la información que manejo”
En LND http://www.lnd.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20080628/pags/20080628180307.html
por Jaime Díaz Lavanchy
Tu abogado asegura que has sido víctima de torturas. ¿Puedes explicar tu versión de los hechos?
A mí me detienen en el sur, entran a mi casa más de 20 policías armados y sólo uno llevaba placa de Investigaciones. Los demás estaban todos vestidos de civil. Me subieron a un auto de vidrios polarizados y me llevaron encañonada todo el rato. No me dejaron hablar con un abogado en 24 horas, no me dijeron de qué se me acusaba. Me detuvieron a las nueve de la mañana del día 7 de mayo y me tuvieron sin comer ni tomar agua durante todo el día. Además, me obligaron a estar de pie toda la tarde, como seis horas, mirando contra la pared. Después de todo eso, me interrogaron. A las dos de la mañana un oficial golpeaba la mesa tratando de obligarme a decir lo que él quería escuchar.
¿Eso fue lo peor?
No, lo peor fue que los policías me hacían pensar que a mi hija podía pasarle algo malo si su madre no estaba con ella. Eso me afectó mucho. Yo trato de seguir optimista, no puedo imaginar que todo pueda ser tan malo, que esta sociedad pueda ser tan perversa. Pero lo que más me afecta es mi hija que viene todos los domingos. La América sólo tiene 16 años y está muy dañada. Ella es la que más me preocupa. Tiene miedo de estar en la casa, miedo de salir a la calle, miedo de que me pase algo a mí. Está aterrorizada, se está enfermando, la veo muy mal.
¿Alguien más te apoya, te visita?
Yo sé que afuera hay mucha gente que me está apoyando, gente que está pidiendo mi libertad. Aquí he tenido el apoyo de toda mi familia. Me visitan mis padres y mis hermanos, vienen todas las semanas. Eso ayuda mucho. Mi familia es muy cristiana, muy unida y mi padre es diácono. Nos apoyamos los unos en los otros y confiamos en Dios y en que todo tiene que tener algún sentido.
"SOY UNA PRESA POLÍTICA"
¿En qué circunstancias te detuvieron?
Me detuvieron cuando estaba grabando mi película "Newen Mapuche", sobre el conflicto entre los mapuches y las forestales. Pero no supe hasta que llegué a Rancagua que me estaban acusando de un asalto.
¿Y tú aseguras que eres inocente?
Sí, soy inocente.
¿Por qué estás presa, entonces?
Por realizar "Newen Mapuche", una película que tiene financiamiento del Fondo de Fomento Audiovisual, pero que es bastante conflictiva para el Estado, para el sistema. Yo creo que estoy en la cárcel por hacer mi película.
¿Se trata de un montaje?
Sí, las policías, los sistemas de inteligencia, tienen la visión de que el pueblo mapuche es revolucionario, es terrorista y que está vinculado a grupos de izquierda subversivos, y basta que uno entreviste a algún activista prófugo de la Ley Antiterrorista para que altiro te acusen de lo mismo, de ser terrorista.
¿Confirmas que la principal motivación de tu procesamiento sería incautar tu documental con fines de inteligencia?
Sí, estoy presa por mi trabajo profesional como cineasta, por la información que manejo, por interactuar con activistas mapuches que luchan por lo que creen, por entrevistar a personas de comunidades mapuches que han sido muy reprimidas y que no se atreven a decir nada, porque sé muchas cosas tan crueles que me llegan a enfermar. El pueblo mapuche ha sido humillado, ha sido perseguido. ¡He visto tanta gente aplastada emocionalmente, siquiátricamente, tanta gente que no se atreve a hablar! Por eso estoy presa.
¿Qué es lo que más te duele?
¡Los niños, los niños enfermos de Temucuicui! Se ve en sus dibujos. En sus dibujos ellos pintan militares dentro de sus casas, explosiones de bombas lacrimógenas. ¡Eso es lo que no quieren que se sepa! Y quieren saber, además, dónde están los mapuches que están luchando, para exterminarlos, como quieren hacer conmigo. Yo quise hacer una película y me encarcelaron. Esta es una manera de exterminarme, de silenciarme.
¿Te sientes una presa política?
Sí, me siento presa política. Pero no porque tenga militancia política. Yo me considero militante de la vida, de la humanidad, del planeta. No soy de ningún partido. Soy sensible a los problemas sociales. Soy sensible cuando a alguien lo persiguen, soy cristiana también. Entonces no puedo ocultar lo que está sucediendo, el dolor de la gente mapuche.
"LO QUE YO QUERÍA CONTAR"
¿Cómo nace tu preocupación por el pueblo mapuche?
Sinceramente, cuando yo me fui a investigar, a grabar a la IX Región, tenía una visión academicista de los mapuches. Lo que yo quería era investigar la música mapuche, saber cómo construían sus instrumentos, porque yo además de cineasta soy profesora de música. Pero el primer día que entré a una comunidad empecé a darme cuenta de la represión que sufren, y pensé: "¡No saco nada con estudiar la música mapuche, si ellos no pueden vivir!".
¿Qué viste que te cambió tanto?
Vi que están empobrecidos, que sus tierras están secas, que detrás de las forestales hay todo un aparataje político, político-militar, y vi que la industria forestal se gasta toda la plata que sea necesaria para acallar a cualquier persona que se rebele contra el sistema. Los allanamientos a las comunidades mapuches son constantes y terribles. Yo creo que algunos todavía buscan entre los mapuches a ese terrorista que imaginó Pinochet, un terrorista que nunca van a encontrar en la zona mapuche, porque no existe.
¿Hubo algún momento clave en el proceso de acercamiento al mundo mapuche?
Un día en que allanaron estuve detenida con los mapuches, sólo unas horas. Y de repente dicen: "¡Ya, usted no es mapuche, entonces puede irse!". En ese momento yo vi discriminación y racismo. Después vi el sufrimiento de los niños, conocí a los presos políticos mapuches, en fin. Uno no puede quedarse inmóvil cuando ve tanto dolor.
¿Eso querías contar en tu película?
Quería dejar impregnada esa realidad, la que vive el pueblo mapuche. Yo no pensé en retratar a un Estado o Gobierno. Yo quería mostrar un mundo cruel, ¿me entiendes? Un mundo que nosotros mismos estamos fomentando, que estamos amparando como sociedad, gracias a que existen leyes hechas para reprimir, para encarcelar.
¿De dónde viene la represión?
De este mundo cruel, de este sistema injusto que busca proteger sus intereses políticos y económicos, de este sistema maquillado que por un lado habla de justicia y por el otro nos trata con injusticia.
Tú le pediste a la ministra de Cultura que viniera a visitarte. ¿Por qué?
Le pedí que viniera para contarle bien lo que había pasado, porque aquí también hay un problema que afecta al arte, a mi película, a mi libertad para expresarme.
¿Y sabes si piensa venir?
No, no me ha dicho nada, sólo me escribió una carta donde me decía que iban a hacer una copia de mi documental, para que no se perdiera. No puedo decirte más porque casi no sé nada de lo que pasa afuera.
¿Te arrepientes de lo que hiciste o te lo cuestionas?
No, al contrario. Tengo un dolor muy grande por no poder mostrar lo que tenía para mostrar. Pero tengo que ser fuerte, porque el dolor de los mapuches lo estoy sufriendo ahora yo, en carne propia. LND
Los ojos enrejados de Elena Varela por Pedro Lemebel
Elena Varela podría haber sido yo, por eso tal vez me encaminé al acto homenaje por el natalicio de Allende en el Centro Cultural frente a La Moneda. Allí haríamos la intervención. Y, la verdad, era muy coherente relacionar este abuso democrático con los 100 años del natalicio de Allende.
Y aunque pude serlo, yo no fui el creador de la acción, más bien me convocaron unos amigos. Y pensando que en este país eran tan pocos los que reclamaban por la libertad de la cineasta y documetalista Elena Varela, encarcelada desde el 7 de mayo en Rancagua, acusada de ser autora intelectual de delitos poco probados, usando como elementos de prueba el montaje de una bandera del MIR y armas de utilería ocupadas en la filmación de una película. Además, Elena realizaba el documental "Newen mapuche", sobre la actual contingencia del pueblo mapuche, y todo ese material fílmico se lo han incautado como elementos de prueba. Elena filmaba los atropellos a los que a diario es sometido el pueblo mapuche, y quizá fue esto lo más provocador para el juez que ordenó su detención.
Si fuera por eso, muchos estaríamos presos. Elena pudo ser cualquiera de nosotros, varios de los que aún quedamos abogando por los atropellados, perseguidos y humillados de siempre. Elena podría haber sido yo, por eso tal vez me encaminé al acto homenaje por el natalicio de Allende en el Centro Cultural frente a La Moneda. Allí haríamos la intervención. Y, la verdad, era muy coherente relacionar este abuso democrático con los 100 años del natalicio de Allende. Era una forma de repolitizarlo, cargar de sentido ese neutro homenaje con olor a cripta. Era hacerlo respirar de un acto vivo demandante de libertad. No éramos tantos los que nos reunimos en un lugar cercano donde nos repartimos camisetas blancas con la leyenda LIBERTAD A ELENA VARELA. Éramos cerca de veinte escritores, estudiantes, cineastas y amigos relacionados con derechos humanos. Un lote compacto que se vistió con la polera y encima nos cubrimos con otra prenda. Teníamos invitaciones que alguien se consiguió de alguna manera.
Al llegar al Centro Cultural donde sería el evento, me encontré con gente conocida y toda la Concertación en pleno más el Partido Comunista, esta vez invitado con banda de música. Diputados, embajadores, artistas y otras pinturas de la política lucían sus pintas domingueras frotándose en una gran concurrencia que repletaba el salón principal de ese búnker subterráneo. Se parece a un gran estacionamiento con una acústica de tarro, por eso el grupo de cámara que se presentó al comienzo sonaba tan mal, rebotaba en la altura del espacio.
El glorioso himno "Venceremos", en violín y viola, era coreado tímidamente por la audiencia. Nos instalamos alineados en una baranda arriba del escenario. Abajo, el público concerta hervía ansioso, se rumoreaba que tal vez la Presidenta no llegaría. Pero llegó, caminando marcial entre el gentío que le abría paso con aplausos. Ella sabe caminar como Mandataria. No sé bien lo que es eso, pero la vi venir desde lo alto con su traje tornasol amaranto con el saludo colgando de la sonrisa. Al parecer, eso es saberse Presidenta. Cierta altivez empuja su paso seguro y acompasado. Se la veía nerviosa, seguramente se había filtrado que preparábamos algo allá arriba. Demoraba demasiado el comienzo del evento y la familia Allende y los artistas y pintores de la izquierda en el escenario conversaban con aburrimiento. Al fin, después de una hora, comenzó el acto con el discurso de la ministra de Cultura. Y a una seña, en ese preciso momento, nos quitamos los abrigos y quedamos todos en polera, en una larga hilera como un lienzo humano exigiendo la libertad de Elena. Un breve y apagado aplauso nos dio a entender que había molestia. La Presidenta nos dio una rápida ojeada y cambió la cara, después trató de parecer indiferente conversando con Isabel Allende. Éramos como su telón de fondo. Y allí nos quedamos sin movernos. Abajo, en la multitud, el murmullo corría preguntando quién es Elena Varela. Cómo se atreven a interrumpir el homenaje a Allende, decían unos socialistas remasterizados. Desde el fondo, una vieja chica no alcanzaba a leer las poleras y pensaba que era una acción por las ballenas. Sin duda, aunque lo calificaron como una acción pacífica, nuestra presencia provocaba tensión, los guardias con sus celulares nos tenían cercados. Pero no había motivo para desalojarnos. Escuchamos todos los discursos con el pecho erguido con el nombre de Elena Varela. Apareció en todos los canales de televisión. Nadie podía no vernos y preguntarse quién es Elena Varela. Después de esa noche, todos sabían quién era. Eso fue todo, cuando la Presidenta se retiró malhumorada, nos pusimos los abrigos y algunos bajamos a dar cuenta del pisco sour del cóctel. Allende, desde la memoria, nos sonreía con una copa en la mano.
Presentan recurso de amparo a favor de Elena Varela
El pasado viernes 21 de junio se presentó en la corte de apelaciones de Rancagua un recurso de amparo por parte de la defensa de la Cineasta Elena Varela. El texto fue presentado por el abogado Rubén Jerez y contó con la firma de destacados documentalistas y cineastas tales como Francisco Gedda Ortiz, Paola Castillo Villagrán, Ignacio Agüero Piwonka, Pablo Insunza Rodríguez, Peter Chaskel Benko, Orlando Lubbert Barra y Jaime Díaz Lavanchy.
El texto del amparo plantea y describe en términos jurídicos, como los derechos de la cineasta Elena Varela fueron vulnerados sistemáticamente al momento de su detención por parte del grupo operativo de Investigaciones y la Fiscalía de Rancagua.
La reclamación de la defensa se basa en la fragilidad del Estado de Derecho. En la existencia de montajes y operaciones comunicacionales que nos recuerdan la época oscura de la Dina, la CNI, Dinacos y el Fiscal Torres.
A continuación el texto completo del amparo:
RECURSO DE AMPARO
OTROSÍ: SE TENGA PRESENTE
ILUSTRE CORTE DE APELACIONES DE RANCAGUA
Francisco Gedda Ortiz, Paola Castillo Villagrán, Ignacio Agüero Piwonka, Pablo Insunza Rodríguez, Peter Chaskel Benko, Orlando Lubbert Barra y Jaime Díaz Lavanchy, cineastas y documentalistas , de la Plataforma Audiovisual de Chile, domiciliados, para estos efectos, en calle Pedro Torres Nº 805, Ñuñoa, Santiago, a US. Ilustrísima, respetuosamente decimos:
Que venimos en interponer recurso de amparo, a favor de Elena Marisol Varela López, C.I. 10.159.284-7, actualmente en prisión preventiva, ordenada por el juzgado de garantía, de Rancagua, en causa Rit. 2819-2005.
Nuestra reclamación se basa en la fragilidad del Estado de Derecho. En la existencia de montajes y operaciones comunicacionales que nos recuerdan la época oscura de la Dina, la CNI, Dinacos y el Fiscal Torres.
En efecto, basta que se realice un allanamiento, en donde, la Policía de Investigaciones, expone fusiles de fantasía, frente a la prensa, junto a una bandera del MIR, usados en la filmación de un documental para que se justifiquen graves acusaciones y apremios ilegítimos en contra de una cineasta. Lo anterior, con evidente vulneración del artículo 92, del Código Procesal Penal.
Nos preocupa, además, la incautación del material audiovisual de los documentales "Newen mapu che " y " Sueños del Comandante", de alto valor histórico , cuyo destino y uso es desconocido. Ello deja en total indefensión a los entrevistados en estos materiales, violándose así, el secreto profesional y la protección de fuentes, garantías esenciales para el ejercicio de la libertad de información y expresión asegurada en el artículo 19 Nº 12, de la Constitución.
Los argumentos, que fundamentan esta petición, dicen relación con graves arbitrariedades cometidas, por parte de la juez de garantía, de Rancagua, doña Andrea Paola Urbina Salazar; y por el fiscal, de la misma ciudad, Servando Joaquín Pérez Ojeda, en audiencia, del 08 de Mayo de 2008.
FALTA DE PROBIDAD Y TRANSPARENCIA EN LA AUDIENCIA
1.- El tribunal no reveló la identidad del juez que dictó las ordenes de detención en contra los imputados. Ello era relevante dado que no resulta presentable, por razones de imparcialidad, que el mismo juez, que decretó las aprehensiones, sea el que se pronuncie sobre la legalidad de las mismas.
Saber esta información era necesario. Primero para solicitar, en los términos del artículo 75, del Código Procesal Penal, la inhabilitación del juez de garantía implicado.
En segundo lugar, si se hubiera pretendido justificar la presencia de un juez inhabilitado, a pretexto de dar cumplimiento al artículo 70, del Código Procesal Penal, los afectados estaban facultados para solicitar la inaplicabilidad, de dicha norma, por razones de inconstitucionalidad. Es decir, por atentar en contra del derecho a un racional y justo procedimiento, que supone la existencia de un juez imparcial. Se podría haber recurrido, de oficio o a petición de parte, al Tribunal Constitucional, según dispone el artículo 93 de la Constitución.
2.- Impedimento al derecho de expresión a Elena Varela. En la audiencia, al momento de ratificar a su defensora, la juez impide, a Elena, dar cuenta de los vejámenes y torturas a las cuales fue sometida. Tampoco se le permitió, en la formalización, manifestar lo que estimare conveniente en conformidad al artículo 232 del Código Procesal Penal.
3.- La prisión preventiva fue solicitada por el fiscal, y otorgada por la juez, sobre la base de antecedentes que, por resolución administrativa, del ministerio público, son reservados. De esta manera se vulneraron los derechos a la publicidad y a la defensa, a favor de la imputada. De manera palmaria se violaron los artículos 83 de la Constitución; y 9 del Código Procesal Penal, que establecen la necesidad de autorización judicial previa para las actuaciones, del fiscal, que puedan afectar los derechos de los imputados.
En consecuencia, no era aceptable que, en estas condiciones, se formalizara y se impusiera, además, la prisión preventiva. Era evidente, que las imputaciones sustentadas sobre la base de antecedentes, declarados en reserva, por la sola voluntad del acusador, producirían, por esa sola circunstancia, la total indefensión de los acusados. Digno de Kafka.
La juez, extrañamente, no tuvo en vista, en protección de los afectados, el mandato del artículo 10, inciso segundo, del Código Procesal Penal, que, para estos casos, ordena suspender el procedimiento.
FALTA DE PROPORCIONALIDAD DE LAS PRUEBAS
Elena Varela fue acusada públicamente de participar, indirectamente, en hechos graves como son dos asaltos y una asociación ilícita.
Para esos efectos, la Policía de Investigaciones, realizó un montaje, el 7 de mayo de 2008, en la IX Región, con armas de fantasía y una bandera del MIR, destinada a un documental. Lo anterior, reiteramos, con evidente publicidad y en abierta violación a lo expuesto en el artículo 92 del Código Procesal Penal.
Dejando de lado el siniestro espectáculo anterior, las únicas bases, que fundaban las acusaciones, en contra de Elena, se circunscribían a los dichos del fiscal que se apoyaban, a su vez, en supuestas declaraciones, de testigos anónimos, que hasta la fecha se mantienen en reserva.
En consecuencia, el fiscal no tenía los antecedentes necesarios, que de acuerdo al artículo 132, del Código Procesal Penal, se requieren para solicitar una cautelar cualquiera. Menos para pedir la prisión preventiva.
FALTA DE PROPORCIONALIDAD EN LA MEDIDA CAUTELAR
A Jorge Alejandro Pineda Arriagada, formalizado en la misma audiencia, por robo a mano armada, se le deja en libertad, a petición del fiscal. En cambio a Elena Varela, a quien se le acusó, vagamente, y sobre la base de antecedentes desconocidos, de planificar y de prestar auxilio a los otros imputados, se le sacrifica con una abusiva prisión preventiva. Esta discriminación arbitraria se encuentra expresamente prohibida por el artículo 19 N° 2, inciso segundo, de la Constitución.
ACUSACIONES FUERA DE LA REALIDAD FÍSICA
"DIMENSIÓN DESCONOCIDA"
A Elena Varela se le inculpa de planificar un asalto, de ocultar a los asaltantes y de reclutar gente para delinquir.
En ninguna de estas imputaciones, formuladas por el fiscal, y reiteradas por la juez, se menciona lugar y fecha, como tampoco las circunstancias que las rodearon.
De esta manera se lesiona toda posibilidad de defensa.
En consecuencia, los hechos de la formalización, aceptados por la juez, y que fundamentaron, además, la prisión preventiva, son ajenos a este mundo. Están fuera del tiempo y del espacio. Se encuentran en una dimensión desconocida.
ACUSACIONES FUERA DE LA REALIDAD JURÍDICA
SE IMPUTARON HECHOS - NO DELITOS
El artículo 1, del Código Penal, señala que es delito toda acción u omisión voluntaria penada por la ley.
Tanto el fiscal como la juez, que participaron en la audiencia, omitieron mencionar las normas jurídicas que tipifican, penalmente, los hechos que supuestamente se investigaban.
En consecuencia, y hasta el presente, nadie sabe qué ley penal aplicaron, tanto en la formalización, como en la solicitud y pronunciamiento de la prisión preventiva.
Es por ello que la cautelar dirigida a Elena Varela no cumple con los requisitos establecidos en los artículos 140 y 143 del Código Procesal Penal.
Los artículos anteriores se refieren a delitos tipificados en la legislación penal chilena. En consecuencia, no son relevantes las vagas descripciones, de simples hechos, cuyas ilicitudes, al día de hoy, sólo se encuentran en la esfera mental del fiscal y la juez de garantía.
El principio de legalidad, en materia penal, es un derecho consagrado en el artículo 19 N° 3 de la Constitución. Éste se refiere, especialmente, a la exigencia que los hechos punibles sean descritos por normas legales . Sin ley no hay delito.
La omisión, del fiscal o del juez, de mencionar, las disposiciones penales aplicables, no sólo impide la defensa, de los imputados, quienes podrían alegar la derogación o inaplicabilidad de la norma, sino que, además, hace improcedente tanto la formalización como la utilización de cualquier medida cautelar, de tipo personal.
Estas últimas instituciones, para ser aplicadas, requieren que se haga referencia a delitos, es decir, a conductas penadas por la ley. En consecuencia, si no se mencionan preceptos legales, de naturaleza penal, que fundamenten tanto la formalización como las cautelares personales, se vulneran las exigencias que imponen los artículos 5, 140, 155 y 229, del Código Procesal Penal.
TRIBUNAL DE GARANTÍA QUE NO GARANTIZA
De acuerdo a los artículos 10, 93, 97, 136 y 195, del Código Procesal Penal, el juez de garantía tiene como función esencial fiscalizar que un inocente no sea tratado como culpable.
La jueza recurrida no sólo falló, en sus deberes propios, al resolver formalizaciones y cautelares sin mencionar disposición penal alguna. Tampoco garantizó los derechos de la Sra. Elena Varela López. En efecto,
1° No preguntó si se informó, a la detenida, por parte de sus aprehensores, de manera específica y clara, acerca de los hechos que se le imputaron, en conformidad al artículo 135 del Código Procesal Penal.
2° No verificó si la detenida fue asistida por un abogado desde los actos iníciales de la investigación.
3° Si se le respetó su derecho a guardar silencio.
4° Si fue sometida a tortura, a tratos crueles, inhumanos o degradantes.
5° Si se le aplicaron métodos prohibidos como los señalados en el artículo 195 del Código Procesal Penal.
Si la jueza hubiera dado la palabra a Elena Varela López se hubiera enterado que fue objeto de torturas como la incomunicación total; el impedimento de comer o beber, durante 24 horas ; amenazas en contra de su integridad y la de su hija menor; su interrogatorio por funcionarios desconocidos ; la exposición a la prensa, esposada y acusada públicamente, por el fiscal y la policía, antes de concurrir a un tribunal; que fue obligada , bajo amenaza, a estampar sus huellas digitales en un registro de procedencia y destino desconocido; que se le prohibió llamar a sus familiares o a un abogado; y que se le tuvo de pie, por más de cuatro horas, en contra de una pared, a fin de conseguir su confesión.
Reiteramos, lo señalado al principio de este recurso. Si SS. Ilustrísimas, escuchan el audio, de la respectiva audiencia, constatarán , para vergüenza del Poder Judicial , que la jueza de garantía no sólo le niega, a Elena Varela, la oportunidad de expresarse , después de la formalización, como lo previene el artículo 232 del Código Procesal Penal , sino que , con posterioridad , se lo impide, groseramente , cuando , al pedirle la anuencia, para aceptar, a su defensora , Elena intenta denunciar los malos tratos a los que fue sometida. Debemos recordar que, a la defensora de Elena Varela, se le permitió ingresar a la sala, después de transcurrida la mitad de la audiencia, con la condición que no discutiera la legalidad de la detención.
Por último, no deja de llamar la atención que un fiscal de Rancagua investigue y formalice por hechos ocurrido en Loncoche, el año 2004. Pareciera ser que en esta última ciudad no existe Ministerio Público o Tribunales de Garantía.
Por tanto, y en mérito del artículo 21 de la Constitución,
Sírvase SS. Ilustrísima tener por interpuesto recurso de amparo a favor de Doña Elena Marisol Varela López, a fin se restablezca el imperio del Derecho y se otorgue la debida protección a la afectada.
OTROSÍ: Conferimos patrocinio y poder, en esta causa, a don Rubén Jerez Atenas, abogado habilitado, con domicilio en calle Sótero del Río N° 326, Oficina 605 , Santiago.
Sírvase SS. Ilustrísima tenerlo presente.
Manejos oscuros de los Servicios de Inteligencia Chilenos: EL CALVARIO DE ELENA VARELA
Por Ernesto Carmona Mapocho Express
La cinematografista Elena Marisol Varela López, 42 años, ignoraba que la “inteligencia” chilena seguía sus pasos y la fotografiaba cada vez que entrevistaba personajes para su documental Newen Mapuche ("Energía del universo mapuche" en lengua mapudungun), en particular cuando conversaba con un joven dirigente indígena prófugo de la Justicia.